lunes, 18 de enero de 2016

申年

Hoy he venido a hablaros de los clásicos. Los clásicos literarios, que entre una ley educativa y otra los tenemos muy olvidados hoy en día. Y eso está muy mal, porque no se puede olvidar uno de la base sobre la que se construye la literatura actual, porque acabamos con Belén Esteban como autora más vendida y luego encima tenemos las narices de quejarnos.

Para resumir, que como yo aprecio mucho a los clásicos, os voy a abrir el post con una cita de Fray Luis de León, que además viene mucho al cuento:

Decíamos ayer... 


Porque ayer y hace casi cuatro meses al final es todo lo mismo, para que nos vamos a engañar. Entendedme, que tengo una vida muy ajetreada.


Mirando así un poco por encima el calendario, tampoco os creáis que he hecho mucho desde la última vez que escribí, además de trabajar y trabajar un poquito más. 

En septiembre, sin embargo, tuvimos una semana de vacaciones. Recordaréis, tal vez, vagamente, que entre abril y mayo lo japoneses tienen una semana en la que encadenan varias fiestas nacionales y la llaman Golden Week. Pues en septiembre, a veces tienen otra a la que llaman Silver Week. Digo a veces porque depende un poco de como caigan las fechas; pueden ser sólo un par de días o casi una semana entera. Celebran el Día del Respeto a los Ancianos y el Equinoccio de Otoño, y como la ley dice que si hay un día laboral entre dos festivos, este se vuelve también festivo, pues añaden otro porque sí. Con dos pares.

Yo aproveché y me fui a Kanazawa, que es una ciudad en el oeste de Japón.

(Van dos veces que tengo que abrir la RAE y la Fundeu para comprobar si los meses y los puntos cardinales se escriben con mayúscula inicial. Que sepáis que no, a no ser que la puntuación lo requiera.)

Es una ciudad pequeñita, no llega al millón de habitantes, y se puede visitar bien en un par de días. La única pega que le pongo es que no tiene metro, y o te las arreglas con los buses (que para liarte más son como de tres compañías distintas) o caminas. Es decir, se puede llegar bien a todas partes caminando... Pero claro, una se acostumbra a los trenes japoneses y luego ya todo cansa.

Cosas estupendas que tiene Kanazawa:

El Jardín de Kenrokuen, que es uno de los tres más importantes de Japón. Tuve un tiempo estupendo, y daba gusto pasearse por allí. 



Dentro del jardín también hay un palacete que construyó un samurai para su madre en el siglo XIX, y aunque es un poco cara la entrada, la casa es preciosa. Está muy bien conservada, con todas sus pinturas en las paredes y sus suelos de tatami y esas cosas, y tiene un par de jardines con corredores que son tan maravillosos como el grande en el que está emplazada. Me pasé una hora sentada en un corredor, haciendo nada.

 

Otra cosa estupenda de Kanazawa es su castillo, aunque como la gran mayoría de los castillos japoneses, se quemó en algún punto de su historia y está completamente reconstruido. Es famoso por el color blanco de sus tejas, y por ser enorme.

          

Que por cierto, una cosa estupenda de la reconstrucción es que emplean técnicas y materiales originales, pero no le intentan colar a nadie que esto sea original. Y por dentro se nota a la legua, está todo nuevito y reluciente.


Bulbasaur es mi amigo y se viene conmigo, aunque esas tres chicas que salen en la foto se partieran de risa cuando me puse a sacar la foto.

Kanazawa es, por darle un nombre, una ciudad tradicional. Conserva un montón de edificios de época Edo, sobre todo casas de té que eran regidas por geishas, y casas de samurais que aún se pueden visitar. Todo ello en barrios preciosos y tranquilos que merece la pena pasear enteros:


 

(El único inconveniente en visitar atracciones históricas en Japón, es el trasiego de andar quitándose y poniéndose los zapatos cada diez minutos).

Otra cosa que también tiene Kanazawa en abundancia son TEMPLOS. MUCHOS TEMPLOS. Y TODOS JUNTITOS:


Fundamentalmente el más famoso es Oyama-jinja, que tiene una puerta de influencia holandesa que parece (y funcionada como) un faro.




Pero no os dejéis engañar, porque el mejor templo, el que más mola, es el Myoryu-ji.Vale, así con ese nombre no parece nada del otro mundo...

¿Y si os digo que lo llaman el Templo Ninja?

Para visitar este tienes que reservar hora, porque la gente oye ninja y se tira en masa, y no os creáis que la mayoría éramos extranjeros tampoco... En el fondo esto de templo tiene el nombre, porque se construyó como línea de defensa para el señor feudal en caso de un ataque del shogun. El shogun venía a ser algo así como un dictador, que un momento dado decidió que nadie podía construir edificios de más de tres plantas. Así que cuando lo ves por fuera, el templo parece que tiene dos plantas... Luego entras y resulta que son cuatro, con siete niveles. No sé, no me preguntéis, que yo tampoco me enteré muy allá de esta parte. Es un jaleo de escaleras, puertas y pasadizos secretos escondidos en armarios, pozos y paredes.

Mi trampa favorita, personalmente, fueron unas escaleras en las que el plano vertical de los escalones estaba hecho de papel de arroz. Detrás de las escaleras se escondían los soldados, que cuando venían sombras en el papel de los escalones, podían acuchillar a los atacantes desde su escondite.


Foto robada de Internet porque no te dejaban sacar fotos durante la visita, que por cierto es guiada y los guías no se despegan de ti no te vayas a caer por una trampa. La puerta encima de las escaleras tiene un mecanismo chungo que no entendí del todo, pero es como una doble puerta. Por el lado de dentro, tú te metes, corres un panel y quedas escondido, y el siguiente que llegue a la puerta (y que probablemente te estuviera persiguiendo no precisamente para devolverte la cartera) la abre y sólo ve el exterior, así que sale corriendo a buscarte. Entonces tu sales del escondite, y al correr de nuevo el panel, la puerta queda bloqueada. O ALGO.

El caso es que Kanazawa es estupendo y me encantó, pero no da para más de dos días y eso que descansé mucho y tomé muchos cafés con hielo hacía un calor terrible y me dolían los pies.



Otros acontecimientos acaecidos desde la última entrada del blog incluyen, por ejemplo, el Festival de Nagoya, dedicado a tres de los señores feudales más relevantes de Japón: Oda Nobunaga (este tío intentó unificar Japón, pero se lo cargaron antes de que lo consiguiera), Toyotomi Hideyoshi (este consiguió), y Tokugawa Ieyasu (este le quitó el poder al hijo del anterior y se quedó tan ancho). Hay una procesión por la zona central de la ciudad, y actuaciones de música y baile tradicionales y cosas así durante una semana.


 


Luego está quién decide dejar que los niños diseñen las carrozas y acabamos así:

 


Por lo demás, para celebrar el fin de año me fui a Osaka a visitar a una amiga, que me presentó a su amigo, a quién le gusta el senderismo, y una cosa lleva a la otra y acabamos subiendo una montaña de noche para ver el amanecer desde la cima. Necesito replantearme mis amistades.

  

Vosotros plantearos que todos estos escalones y rocas los subimos de noche, con linternas. Empezamos a subir a las dos y algo de la mañana, y llegamos a la cima sobre las seis y media.


La montaña en cuestión se llama Monte Rokko, y con 931 metros tampoco es tan terrible, pero de noche, y con frío... Los únicos en la montaña, jabalíes por ahí rondando, el loco del senderista aficionado cantando a voz en grito... Toda una juerga.

Admitiremos, eso sí, que la puesta de sol desde la cima fue a) muy bonita, b) muy fría. 

También admitiremos el principio físico inevitable de que todo lo que sube tiene que bajar, y que aunque en esta foto tomada ya al pie de la montaña sobre las diez de la mañana no se perciba, me estaban temblando las piernas cual flan en un terremoto.




Y de momento, señores y señoras, esto es todo. Febrero se presenta sin más novedades, pero si ocurriera algo, estad atentos, que a lo mejor sobre junio me acuerdo de contároslo aquí.



1 comentario:

  1. Me parece fatal que no publiques cosas más a menudo. Aunque sean entradas más cortitas de los domingos por la tarde con manta y calefactor, yo qué sé.
    ¿Tienes pensando en algún momento ir a Hokkaido u otras partes lejanas del país, véase el sur? ¿O a otros países cercanos? Corea, Taiwan, no sé, ya que te caen por ahí cerquita y eso...

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