Disfruta de tu tifón de bienvenida

El fin de semana pasado hubo un tifón. Para el martes dan otro. Me dicen que es que es la época, pero sospecho que a lo mejor los traje yo conmigo. A lo mejor soy una especie de divinidad meteorológica, quién sabe.

Os actualizo respecto a mi vida. ¡Y esta vez con fotos!

Básicamente me he pasado la semana entre compras y el trabajo. En el trabajo de momento voy de clase en clase, ayudando y viendo como funciona todo, qué actividades hacen y como llevan las clases los distintos profesores. Básicamente además de inglés, también enseñan matemáticas, ciencia, música y educación física, todo ello evidentemente en inglés. Los grupos son muy pequeñitos, ninguna clase tiene más de diez niños, así que es muy fácil hacerles caso y ayudarles.

De momento este mes todo tiene que ver con Halloween: la decoración, las manualidades que hacen y las canciones que ponemos... Que estoy de alguna de ella hasta el gorro, pero bueno. De vez en cuando me levanto con una en la cabeza. Dem bones dem bones dem dancing bones, doing the skeleton dance ♫♫

Que por cierto, en el colegio tienen una mascota un tanto particular. Se llama Elsa (sospecho que la han llamado Elsa por el personaje de Frozen, porque los críos están obsesionados con esa película):

Preciosa, eh. Nunca hace nada, está ahí todo el tiempo. Un amor de mascota. 

Dejadme que os enseñe unas fotos del barrio. Mi casa está a quince minutos o así del colegio, andando por la calle principal. Hay de todo, supermecardo, estación, restaurantes, etc. Y una vez que te sales de la calle principal y te metes por las laterales, hay casitas típicas super chulas y con pinta de estar cayéndose.

(Algún día tal vez aprenda a formatear las entradas como Dios manda para no tener que ponerlas todas en fila de una forma tan cutre).

Evidentemente también tengo un apartamento. Es bastante más grande de lo que me esperaba, con nevera, balcón y lavadora, y vino ya con cama, cocina, baño equipado (¡con bañera!) y escritorio. Luego yo ya me dediqué a comprar lo necesario. Que os preguntaréis, si en Japón viven en pisos tan pequeños, ¿cómo se organizan? Os contesto: todo cuelga de las paredes. Absolutamente todo.

Mi baño. Diminuto. Diminutivo. Liliputiense. Pero con bañera.

Mi enanísima cocina (imagináos lo enanísima que tiene que ser la nevera)

Todo cuelga de algún sitio.

ABSOLUTAMENTE TODO.

Adoro mis cortinas. Y mi funda de almohada. 

Y mi bandera <3

Mis bolsos cuelgan.

Mis llaves cuelgan con mi cartera.

Mi mesita.

En Japón no se entra a las casas con los zapatos puestos, así que fundamental un mueble donde dejar tus zapatos justo al lado de la puerta.

Vista general desde la cocina.

Y mis grullas, parte fundamental de la decoración.

Por otra parte, he de deciros que Japón es como Holanda, de bicis hasta la bandera. Para muestra un botón:

Así que evidentemente era totalmente necesario que yo también tuviera una bici. Es verde, nuevita y reluciente y mi encanta. Voy en bici a trabajar y a comprar y a todas partes, porque además me queda justo a la altura perfecta <3

Y de momento, con esto y un bizcocho (de matcha) os dais por contentos, que tengo que andar robando el internet de la gente porque no tengo propio.