domingo, 24 de mayo de 2015

Conciertos y Tokio

¡Voy mejorando! ¡Esta vez sólo han pasado veinte días desde la última vez que me acordé de que tengo un blog! Oye, por algo se empieza...

El caso es que hace un par de semanas me fui a Tokio a ver un concierto de KAT-TUN, y he venido a contároslo. Os pongo en situación. KAT-TUN son estos:


Como trabajo los sábados, salí para Tokio en shinkansen (el shinkansen más lento, eso sí) por la tarde, y llegué sobre las nueve de la noche. Hicieron dos conciertos, uno el sábado y otro el domingo; evidentemente al que fui yo fue el del domingo.

Pero el concierto no era hasta por la tarde, así que por la mañana me fui de compras con la chica con la que iba a ir al concierto. Fuimos a comprar maquillaje porque yo para eso soy un desastre y tengo una boda el fin de semana que viene, pero claro, me encuentro con un Centro Pokemon y a ver quién se resiste... ¡Tienen a Pikachu montado en un Mega Charizard!


¡También tienen Pikachus gigantes! Este en particular era un amor, y bailaba y cada vez que veía una cámara se lanzaba a saludar y hacer monerías. Yo quiero trabajar de esto.


Evidentemente, compre cositas.



En fin, que después de las compras y antes del concierto nos fuimos a comer. Ramen, como Dios manda... Lo gracioso es que en la mesa tienen una cestita con huevos pasados por agua... gratis. Que geniales son estos japoneses cuando quieren.


El concierto fue en el Tokyo Dome, que es gigantesco con capacidad para 70.000 personas y que se llenó hasta la bandera. La verdad es que no sé muy bien que contaros, pero lo pasé genial y canté y bailé y estuvo estupendo. Es uno de esos grupos que escuchaba en la ESO, y que nunca pensé que fuera a llegar a verlos en concierto, y me hizo mucha ilusión poder ir.




Los lunes son mi día libre en el trabajo, así que aproveché a quedarme en Tokio hasta tarde y ver cositas. Como estas lechuzas lectoras de Ikebukuro, que son amor.



 También me acerqué a Senso-ji, que es un templo al que tengo especial cariño porque fue el primer templo que visité la primera vez que vine a Japón, el mismo día que llegué. Me gustó poder volver ahora que estoy viviendo aquí.











Además había una guardería haciendo una procesión que eran un amor de niños, super graciosos.



 Como la primera vez que vine a Tokio allá por 2011 aún no la habían terminado, fui a la Tokyo Sky Tree, que es la torre más alta del mundo, y la segunda estructura más alta del mundo también.



Fue buena suerte que hiciera tan buen tiempo, porque se podía ver el Monte Fuji a lo lejos. Y quien dice se podía ser, dice más bien que se intuía gracias a que alguien lo mencionó de pasada... ¿Veis algo así como una nube casi imperceptible en la distancia? Pues eso es el Monte Fuji desde Tokio.


Di tú que tampoco importó, porque desde el shinkansen de vuelta a Nagoya cogí una vista preciosa del Monte Fuji al atardecer. Algún día iré y subiré y será estupendo.



Y así, como detalle de despedida, cosas que se cruza una enfrente de casa y le quitan las ganas de volver a coger la bici:



... Soy genial, porque o bien no actualizo en un mes y subo una entrada masiva, o actualizo en dos semanas y no subo nada. En fin.

Hasta más ver.


2 comentarios:

  1. Ohhhh que guay que pudieses ir al concierto!!!! Los conciertos de grupos de adolescencia son la repera. Mi hermano tiene entradas para las 3 fechas de ACDC en España y yo no puedo ir porque mi ultimo examen coincide en fecha. Una caca.
    Haznos una review del maquillaje, que al parecer allí es otro mundo :)
    Tengo que enviarte tu regalo de cumple, en cuanto termine mi examen <3

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  2. Me encanta lo que escribes y espero nos cuentes la boda....cuando tengas un ratito.
    Cada vez me enntran mas ganas de ir a Japon. Ah!...yo tambien quiero subir al Fuji.
    Muchos besos

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