viernes, 31 de octubre de 2014

Me vuelvo verde y no de envidia (o un breve resumen de mis hábitos alimenticios)



En realidad el resumen podría ser muy breve. Tan sucinto es que ocuparía dos palabras: té verde. Tan escueto que en realidad, si nos ceñimos a especificaciones y tecnicismos, podríamos limitarlo a una palabra: MATCHAAAAAAAAAAAAAAAAAAA.


Ya entraremos en detalles respecto a lo del matcha, ya. Pero primero dejad que os explique por qué además de volverme verde también me estoy convirtiendo en hobbit (no se admiten bromas respecto a mi altura) con cincuenta comidas al día o así.


Como ya sabréis los que viajéis por el mundo, Spain is different y los horarios de comidas también, porque para el resto de la humanidad las dos de la tarde es la hora de estar ya trabajando de nuevo desde hace un buen rato y no comiendo. Al igual que las siete de la tarde es la hora de estar en plena cena y no planteándote la merienda. 

El caso es que desayuno por la mañana, sobre las ocho, antes de salir para trabajar. Desayuno dorayakis, porque ya que estoy en Japón pues habrá que desayunar a lo japonés, digo yo. Además en el supermercado están baratillos, como a tres euros cinco.

(imagen de google porque nunca me acuerdo de sacar foto de los míos y ahora mismo me da pereza)

En el colegio tenemos comida de lunes a jueves, viernes y sábado te la tienes que traer de casa. En general no está mal, aunque de vez en cuando tienen cosas extrañas y tampoco es una maravilla. Pero bueno, alimenta y fundamentalmente supone no tener que cocinar. Depende de las clases se come a horas distintas, porque los más pequeños (de 1 a 3 años) duermen siesta; esos empiezan a comer sobre las 11.30, las demás clases comen a las 11.45. Que si me preguntáis para mi es un segundo desayuno, pero bueno.

Aquí un ejemplo de lo que comemos, fundamentalmente porque me hizo gracia lo de paella japonesa. En el fondo era arroz frito con cosas. Bah.

El caso, que terminando de comer a las 12, cuando salgo de trabajar a las tres salgo muerta de hambre, y llego a casa y como algo. A veces es un snack, a veces es un segundo almuerzo completo...

Pero claro, luego llegan las siete de la tarde, y me entra el hambre. Si no tengo planes, todo bien. Meriendo y punto. Más snacks, o fruta o un yogur o lo que sea. El problema es tener planes, porque entonces salgo a cenar con gente que considera que las siete de la tarde es la hora apropiada para la última comida del día. Yo discrepo, porque si ceno a las siete y me acuesto a las once, a las once estoy que me como las manos otra vez. Lo cual nos lleva a una post-cena, fundamentalmente consistente en cereales o galletas o algo así.

Estos son mis cereales, por cierto. Son de kinako, que viene a ser harina de soja tostada. Dicho así da un poquito de asquete, pero no. Es dulce, y en Japón se utiliza para preparar dulces tradicionales. Así que mis cereales están muy ricos y además le dan saborcillo a la leche. 

En fin, que básicamente me alimento a base de snacks, porque soy una persona adulta y sana. Que por cierto, hablando de snacks (ja, como si hubiera hablado de otra cosa en todo el post), ¿sabéis de que está relleno un dorayaki? De anko. El anko es una pasta dulce hecha de judías rojas, porque en Japón no pueden ser normales y hacer los dulces con azúcar y chocolate, tienen que hacerlos de té, harina de soja y judías.

Los dorayakis son un ejemplo, pero hay infinidad de dulces hechos de anko. De hecho, hay hasta helados de anko. Uno de mis snacks favoritos por aquí es el taiyaki, que viene a ser una especie de pastel raro con forma de pez. El dorayaki es como un bollo, pero el taiyaki tiene la corteza crujiente. Cerca del colegio hay unos grandes almacenes, y a la salida hay un puestito que entre otras cosas vende taiyakis a cosa 0'76€ cada uno, y encima te los dan calentitos. Un vicio, vaya (y además te consuelas pensando que lo bajas con el paseo en bici hasta allí y de vuelta).





Pero os había comentado que me estoy volviendo verde, y desde luego no es cosa del anko. Mis dulces favoritos son los que están hechos de té verde, que aquí vienen a ser el 90% de ellos. Y no es un té verde cualquiera, no. Es matcha, o té verde hecho de hojas molidas. Se vende en polvo y es más dulce que el té verde normal, así que se utiliza mucho en repostería. Dejadme que os muestre ejemplos (todos los cuales he probado personalmente como muestra de mi afán por ofrecer información de calidad basada en la experiencia):


Un latte de té verde.


 

Diversos chocolates rellenos de té verde.



KIT-KAT DE TÉ VERDE




Galletas de té verde




HELADO DE CHOCOLATE BLANCO RELLENO DE TÉ VERDE
HÄAGEN DAZS DE TÉ VERDE

Y muchas otras cosas, porque como os decía me alimento a base de dulces de matcha y botellas de té verde de dos litros. Que bonito es el buen comer.

Pero en fin, continuando con mis hábitos alimenticios, a veces salgo a comer fuera, que también es chachi. Nagoya es una ciudad grande (la cuarta más grande de Japón), y vivimos muy cerca de una de las zonas de ocio más movidas. Además es una ciudad con una diversidad cultural muy grande, porque la prefectura (Aichi) tiene una economía basada en la industria y emplean a muchos extranjeros venidos de latinoamerica, sobre todo Brasil. Así que básicamente hay comida de todos sitios, y es maravilloso.


Comida china (más específicamente de Hong Kong, aunque los chinos dicen que en Japón la comida china no sabe a comida china del todo, que tiene un toque japonés... Anda que si vieran lo que hacen en España con su gastronomía...)



Comida japonesa (omuraisu, que viene a ser arroz frito con tofu, carne y ketchup cubierto por una tortilla), ebifurai (gambas fritas) y patatillas. Siempre te ponen unas verduritas cocidas, como para hacerte sentir menos gocho, o algo.


Comida hawaiana (se me ha olvidado el nombre, pero era un bol de arroz, con un filete de hamburguesa en sala extraña y un huevo)


Y sorprendentemente cerca de casa, comida española. El nombre del bar es Ricotta, así que hasta que no entramos pensé que era italiano. Luego ya vi la carta y me entró un ataque de risa.


Ahí, en la tercera línea empezando por abajo, タコとじゃがいものガルシア風, viene a ser "pulpo y patatas al estilo gallego". Pulpo había. Y patatas. Y algo que parecía ser pimentón. Y estaba bastante bueno. Pero no sabía a pulpo a la gallega. Que por cierto, aquí no te aliñan la ensalada y no sabe a nada de nada y es horrible.


La paella estaba bastante rica, y sabía a paella. No voy a decir a paella de verdad porque entonces vendrá esa valenciana entusiasta de la paella cuyo nombre no voy a mencionar pero que comienza por Cris y me explicará que probablemente eso no tenga nada que ver con una paella de verdad.

¿Sabéis una cosa chachi de los restaurantes japoneses? Según te sientas te traen un vaso con agua fría, independientemente de que luego vayas a pedir otras bebidas o no (a veces te traen vasos y toda una jarra de agua fría), y una toalla húmeda calentita para que te laves las manos... Cuando viajan fuera deben pensar que somos unos guarros, oye.

Sería por lo tanto estupendo comer siempre fuera, pero la economía tiene sus limitaciones, así que me veo obligada de vez en cuando a cocinar... O a sobrevivir a base de precocinados. Aquí están bien, porque los empaquetan por la noche y los venden al día siguiente. Te ponen lo mítico de "consumir preferentemente antes de..." y lo genial es que no sólo te ponen la fecha (fundamentalmente al día siguiente de comprarlo), sino también la hora. Tipo "consumir preferentemente antes del día 28 a las 4 de la mañana". Si lo tomas a las cinco ya no vale, ya no está bueno. A lo mejor es como el zumo de naranja, que se le van las vitaminas.

Lo mejor de la comida precocinada es la lotería que supone. Porque las cosas tienen etiquetas, claro que sí. Pero son etiquetas en kanji, con lo cual entiendo un tercio de ellas. Cuando te enfrentas a estanterías así...


Lo mejor es abandonarse a la suerte. U optar por aquellos cuya etiqueta entiendes, lo que implica que me estoy convirtiendo en una gran fan del onigiri (bolas de arroz envueltas en algas nori secas) relleno de atún con mayonesa, porque es básicamente el único que entiendo.


Que a todo esto, otra cosa de la que merece la pena hablar es el pan. El pan en Japón es como una comida completa en sí misma. Pan, pan, como el pan de España, no venden. Venden miles de tipos de bollos distintos rellenos de cosas dulces o saladas o lo que te de la gana. Venden pan relleno de fideos. Pan relleno de croquetas. Pan relleno de carne empanada (es lo de la foto, por cierto). Es fascinante. Maravilloso. Mortal en potencia.



Luego también están los días que decido cocinar e incluso voy al supermercado y hago la compra. Lo de hacer la compra es toda una aventura en sí misma, y una nueva lotería. Ese momento en el que das vueltas por los pasillos interminablemente, porque no tienes ni zorrísima idea de lo que son el 98% de las cosas que venden, o qué demonios cocinar con ellas.



Siempre están esas cosas conocidas tipo verduras, vegetales y frutas, claro... Hasta que te paras a mirar los precios de la fruta y te planteas lo de inventar cajas de correo frigoríficas para que tus padres te puedan mandar algún kilo de manzanas. Tened en cuenta que todos los precios aparecen sin impuesto, que es como un 8% o así, creo.


Más de 6€ el racimo de uvas. Ahí se va mi Nochevieja.



Más de 4€ por cuatro naranjas. A euro la naranja (creo que son naranjas, vete tú a saber). Vale, que son titánicas, pero en fin.


En torno a 4€ la manzana. Manzana de la que probablemente podría alimentarse una familia entera, pero que no deja de ser una sola manzana a precio de billete de metro. 

Porque en el fondo nos engañan, y aunque vivimos creyendo que en Japón las cosas son pequeñitas en realidad tienen verduras gigantescas. Os digo yo que estas zanahorias son más grandes que Ninjin, y en semejante proporción están los rábanos, las lechugas y todo lo que había en la sección de verduras y hortalizas. Excepto las patatas, que por alguna frustrante razón son canijas y se venden en bolsas de cuatro, y para hacer una tortilla de patatas decente acabas usando un ciento y la madre.
El caso, que con semejante panorama, a uno no le queda más remedio que dejarse arrastrar hacia la sección de snacks, que te llama con voz de matcha y kitkats, que a ver quién se le resiste con esta pinta que tienen los estantes...


Luego es cuando descubres que la sección de snacks también vende cosas como estas y ya te planteas la existencia y el sentido de la vida:



A todo esto, una cosa que me molesta muchísimo de la comida en Japón es que todo viene en vuelto en chiquicientosmil plásticos. Venden botellas de plástico dentro de bolsas de plástico, que tu te quedas mirándolo y planteándote que sentido tiene. Por ejemplo, tu ves estas galletas y asumes que cuando abras la bolsa, estarán ya esperándote, o que como mucho habrá una torre de galletas envuelta en un sólo plástico... PUES NO. 


Y como compres bolsas de kitkats o de pockys o de lo que sea, lo mismo... Por cierto, hay un pocky que se llama literalmente 大人のミルク. Eso se traduce como "la leche de los adultos". ¿Soy yo la única que le ve connotaciones extrañas al nombre? ¿He perdido el norte por completo? 

                                                                

De vez en cuando si tienes suerte encuentras sitios que venden comida internacional... A 5€ la botella de aceite de oliva, 2€ cada lata de sardinas... Esas cosillas. Pero bueno. Sacrificios necesarios.



Y con lo que se tiene, pues se cocina. A veces se cocina tortilla de patata:



Y a veces se cocinan cosas más japonesas:


Lo primero es nabe. Básicamente se pone una pota encima de un hornillo en la mesa, y se le hecha caldo y lo que se quiera: fideos, tofu, soja, verduras... Y carne en lonchas muy finas, con lo que se cocina con que esté un minutillo en el caldo. Luego cada uno va poniendo cosas en su propio bol. Es muy típico del invierno.

Lo segundo es oyakodon, que es lo que cené hoy, cortesía de mi vecina Camille. Es básicamente arroz con pollo, cebolla y huevo en una salsa de soja, mirin y dashi (caldo de pescado). Está buenísimo y es super fácil de cocinar, pero lo mejor es el nombre... 親子丼 es como se escribe: 丼 significa bol, 親 significa padres y 子 significa niño... Básicamente bol del padre y el hijo, o algo así. ¿Sabéis por qué? Porque lleva pollo... y huevo. Jejeje.

Y así, con ese sentido único para nombrar las cosas que tiene esta gente, os dejo, que se me ha ido de las manos el post y encima me ha entrado hambre. 


















8 comentarios:

  1. A cuánto está el matcha ahí? aquí ronda los 30€ 100g y otra bolsa 14€ 25g y luego mezclado con leche 100g 10€ :/ sale un poco caro creo XD pero esta todo buenísimo, estoy de acuerdo contigo jajaja resulta adictivo <.<

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    1. Pues si te digo la verdad, ni idea :D No me he parado a mirarlo porque tampoco compro matcha en sí, sino cosas hechas de matcha >_> Investigaré la próxima vez que me vaya a la compra.

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  2. Había escrito un comentario muy largo y molón y se ha borrado. Shit.

    Me has mencionado, ¡qué ilusión! :) Y no, eso no es paella valenciana (the one and only) peeeero parece una muy rica paella de marisco. A menos que lleve carne. Si lleva carne es arroz con cosas. Aun así debo confesar que la paellanazi que llevo dentro de mí se está volviendo muy liberal porque ya reconozco la existencia de tres paellas distintas: vegetariana, de marisco y valenciana, siendo la última la mejor y más exquisita.

    Jo, me alegro de que todo te esté yendo genial por ahí y de que estés comiendo cosas molonas y verdes :). Me entran ganas de irme a Japón y todo. Ah, sobre las "cajas con refrigeración" no tengo ni idea, pero diles a tus padres que miren en ecoparcel por cuánto les sale mandarte jamón y fruta y cosas así. Ya me dirás.

    Cuéntanos sobre tus compis de trabajo, sobre tus niños, sobre… ¡todo! Lo guay de leer estos blogs es que es como leer un libro por fascículos y por tanto, como vivir distintas vidas. Tú eres mi vida japonesa. Siente la presión :P.

    Ya me dejo de chorradas, va. Sigue escribiendo y cuídate mucho, mucho. Un abrazo,

    Cris

    P.D.: Yo también escribiré la semana que viene en mi blog sobre comida. Just saying.

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    1. Copiar y pegar antes de darle a publicar, siempre.

      No, la paella no llevaba carne. Era paella de marisco, no arroz con cosas. Aunque creo que en la sección de paellas también había arroz con cosas. En mi casa a veces hacen arroz amarillo con cosas... Es más, ahora que veo la foto de la carta, en la sección de paellas había arroz con albóndigas :D Es lo bonito de viajar y vivir fuera, te vuelves mucho más permisiva con lo que consideras comida aceptable.

      Vente a Japón. Ven a verme. Insisto. Te hago hueco en mi casa o algo. Te alimento a base de cosas verdes (y sushi, y ramen, y de todo lo que haga falta). Así puedes experimentar tu vida japonesa en lugar de vivir a través de mi, si es lo mejor :D

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  3. La soja es la repera, tiene fitoestrógenos y gracias a ello las mujeres asiáticas tienen unas menopausias muchísimo más llevaderas que las mujeres occidentales, pero claro, no vale con comer soja cuando le ves las orejas al lobo, tiene que ser un hábito de muchos muchos años.

    Fer dice que te entiende con lo de los snacks, que con esos precios cualquiera viviría de snacks y que le parece todo muy artificial, la verdad es que verlo todo TAN envasado... da como cosilla, pero aquí también pasa con según qué cosas (con las magdalenas, que están envueltas en mil plásticos). ¡Qué desperdicio! Espero que por lo menos estén concienciados con el reciclaje =P

    Lo de las cajas frigoríficas ya existe, un compañero de mi padre le envía todas las semanas a su hijo (que vive en Madrid) un tanque lleno de tuppers congelados, así el niño sólo lo pone a descongelar, lo calienta y se lo come.

    Más cosas...

    ¿Los dorayakis son los míticos "emparedados" de Doraemon? Tienen pinta de estar riquísimos :D

    COME BIEN, HAZ EL FAVOR, que no quiero oír hablar de dietas Dukan ;)

    Este post ha sido super guay :D

    Te queremos, pequeña hobbit <3

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    1. Puede dar cosilla lo de que envuelvan todo tanto, pero en el fondo están obsesionadísimos con que la comida sea fresca y de temporada. Lo dicho, la comida precocinada la preparan por las noches y tratan de venderla antes de que acabe el día a toda costa. Las frutas y verduras suelen ser de temporada, también.

      Están concienciadísimos con el reciclaje, eso sí. Ya haré un post sobre eso otro día, pero es una obsesión lo que tienen... Di tú que con la cantidad de residuos que generan, pues normal.

      Y sí, los dorayakis son lo que comía Doraemon, y están buenísimos. Además son super cómodos para ir desayunando de camino al colegio, porque eso de sentarme a desayunar como una persona normal yo no lo llevo.

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  4. Lo de los horarios de las comidas debe ser extremadamente raro. No me imagino comer a las 12 de la mañana, eso es la hora del pincho hombre, de toda la vida de Dios.
    Lo del KitKat de té verde no lo habías comido ya la otra vez que habías estado en Japón? O te lo había enviado alguien por correo o algo? Es que me suena mucho de que nos lo hubieras enseñado antes.
    And last but not least, sigo diciendo que me gusta mucho leer estas entradas! :)

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    1. Ojalá comiera a las 12. A las 12 ya terminé de comer, por regla general. Así ando comiendo a todas horas... Y probablemente sí, lo comiera ya. Pero se me había olvidado lo genial que es. Sólo los venden tamaño diminuto, con lo cual compro bolsas :D

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